Jacques-Marie Émile Lacan

Reorientó el psicoanálisis hacia la obra original de Freud, el sentido de la cual consideraba que se había rehuido. Lacan reinterpretó y amplió la teoría psicoanalítica desde un enfoque estructuralista.

Incorporó, además, nociones de origen lingüístico, filosófico y topológico que lo llevaron a redefinir muchos de los principales termas tradicionales y a formular la tesis por la cual se lo identifica, según la cual el inconsciente está estructurado como un lenguaje: ‘el sueño tiene la estructura de una frase’ (p.209 de los Écrits),‘el síntoma se resuelve en un análisis del lenguaje, porque él mismo está estructurado como un lenguaje, porque es lenguaje la palabra del cual tiene que ser liberada’

La importancia del hecho lingüístico en la reformulación lacaniana del psicoanálisis lo llevó a modificar numerosas ideas de la práctica terapéutica y a proponer un complejo esquema de la evolución psíquica de los niños. Con todo, afirmó, reiteradamente, que su intención era refinar y mejorar el marco original de las obras de Freud: es famosa su afirmación que quién quiera ser lacaniano es libre de serlo, pero que él mismo se consideraba freudiano.

Su obra, lejos de haber sido aceptada universalmente, es fuente de grandes controversias, incluso dentro de la comunidad psicoanalítica. El filósofo esloveno Slavoj Žižek ha sido uno de sus defensores más fuertes. En contrapartida, Lacan fue objeto de críticas epistemológicas (los físicos Alan Sokal, Jean Bricmont y Noam Chomsky) y filosóficas (Jacques Derrida y autores/-se feministas). Más allá de las críticas, resulta indiscutible su fuerte influencia en la práctica del psicoanálisis. Sus concepciones han originado numerosas escuelas lacanianas a países como Francia y Argentina.